¿Qué piensa el árbol de tus llamas cuando todo esta por pasar? En el segmento errático de tu locura se empalma un recuerdo libidinoso de reyes ebrios y tuercas peludas… con la calma de un cerdo se levantarán tus cenizas.
La cirugía del diente enrollado y la galantería de una cremallera abierta, la patada y el álamo, el secreto y los cajones que te guardan. El dios despeinado de tu indiferencia se aburre... se aburre acariciando gatos.
Los domadores en la tele agitan el látigo blanco pero te reís igual como el más bobo de los payasos. En el encuentro de la oscuridad bélica y el héroe que rasca su barba se encierran todas las alternativas, y queda tu paciencia retratada en un cadáver.
Robale un beso a cada monito hambriento que en algún momento serán todo lo que te va a quedar.
La cirugía del diente enrollado y la galantería de una cremallera abierta, la patada y el álamo, el secreto y los cajones que te guardan. El dios despeinado de tu indiferencia se aburre... se aburre acariciando gatos.
Los domadores en la tele agitan el látigo blanco pero te reís igual como el más bobo de los payasos. En el encuentro de la oscuridad bélica y el héroe que rasca su barba se encierran todas las alternativas, y queda tu paciencia retratada en un cadáver.
Robale un beso a cada monito hambriento que en algún momento serán todo lo que te va a quedar.