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mágicamente admirables
al bambolearnos
en un vestido,
¿no es belleza
retraer el rostro
tras un manto de cabello
bajo el calor solar,
bajo el color solar?
Por eso
trato de escribir.
y no perder la cabeza".
Desde este no saber
y desde las cosas que suenan bien.
Caminando sobre vidrios
en busca de las brazas.
Por ellos:
Los que se preocupan por la música.
Los que no tienen ganas de escribir.
Los que no saben que decir.
Los que pretenden escuchar.
Y fui de creer que ha sido este el plagio más bonito
(mientras Nacho alimentaba el fuego desde lejos,
a mil años luz de distancia,
desde su inercia),
y así, como desdibujado, como un bosquejo
de lo que nunca se sabe,
de lo que nadie sabe dar.
De ahí a poder explicarlo:
Mil años más...
Como tener hambre
y creer que es sed.
Y aquí hay mas deseos,
ya no victimas de la humedad.
Aquí será lo primero
y aquí será la venganza
por todo lo que no ha sido
No. No hay augurio más formal.
No hay reclamos al incesto.
No entiende el tiempo de estos enredos.
No se lamenta ignorancia.
No se lamenta la indecencia
ni la apatía.
No ha habido luz más próxima
en los días de destierro
y aquí estamos,
cuidando el jardín que creamos.
A Ji.
No cierres las ventanas, alguien saldrá volando
Cuando por casualidad tenia que hacer una diligencia, subía a las oficinas de los cargos importantes, la encontraba caminando por lo pasillos, agarrandose de las paredes para no salir flotando. Muchas veces pensé que era un ángel o una aparición de una mujer demasiado hermosa para ser de este mundo.
Pasé a su lado, le dije buenas tardes o buenos días según la ocasión. Hace un año que trabajo acá y solo la ví dos veces. En esos momentos trate de disimular mi asombro al verla flotar. Seguí con la mirada sus movimientos producidos por la brisa de una ventana lateral del pasillo. La vi flotar de un lado a otro, el viento le modificaba el trayecto. Fui un nene mirando un avión en el cielo, entre nubes era ella lo magnifico de volar sin paracaídas…
Quédate vestida, déjame verte un poco más. Quiero ver como la ropa simula vestir tu cuerpo, como la pollera recorta tus piernas y deja el resto a la imaginación.
Desde el pie te recorro con la mirada, subo por tus rodillas, veo en tu entrepierna una oscuridad encantadora, no puedo dejar de pensar en que quiero llegar ahí.
Pero sigo en mi lugar y vos en el tuyo. Desde acá puedo ver tu remera sosteniendo tus pechos que emergen como dos lunas, me cuelgo de una con mi ojo izquierdo. El resto del cuerpo quiere comerte pero se detiene en un dedo.
Mi dedo te recorre hasta la oscuridad, mi miembro se acerca, pareciera temblar, tal vez para ir a tono con tu vientre. Subo más...
Mi mano entera intenta desnudarte. Nuestros cuerpos juegan a arrancarse la ropa, la piel. Empezamos a maullar como gatitos. Te voy a desnudar y vas a desaparecer, porque sos una alucinación recurrente.
Tenia que viajar a La Pampa y dejar tres maquinas de campo allá. Entré a buscar una encomienda en la oficina de mi jefe, me dieron permiso de hacerlo por la urgencia del asunto.
La encontré revisando el escritorio. Por fin la tuve cerca otra vez, no pude evitar sonreir. Me miró asustada, atiné a irme. Ella me rogó que me quedase, pidiendome por favor que no dijera nada de lo que había visto. Porque si se lo contaba a alguien perdería su trabajo. Yo simplemente asentí con la cabeza.
Poco a poco te volviste terrenal, fuiste más pesada, tanto que estuvimos a la misma altura hasta que te agachaste, diciendo que harías cualquier cosa por no peder tu trabajo.
qué pena que
la diversidad
que representan
ciertos discursos
se vea vestida
burda o burdel
al tener que justi-humillarse
balbuceando
supuestas certezas cerezas
de nombre
acodo o apodo
occi-científicas
ya que, a veces, se equivoca”
(Carlos Bonadeo)
Ojalá pueda seguir oliendo a loco
recuperar el aliento
y oír leer
Hay algo de la luz que no me cierra
ya ni me acuerdo de los héroes
con suerte son pibes puncks
hay algo de la paz que no te deseo
si ya se te está cruzando la corneja
a la diestra y a la siniestra
junto al Cid Campeador
hay algo mágico en eso de no tener magia
pero si letras, alas y un millón de posibilidades
Ojalá pueda releer esos libros
pájaros en la oscuridad
a cielo intermitente
y autopistas del sur
con lo que aprendí a volar.
Para Quien supo enseñarme mucho más que literatura.
saciedad
el doliente
bello cielo
moreteado
no por la caldera
es mi delirio
sino por apañar
candela riesgosa
un oasis conurbano
ideado regateado
en cobardía
mas me fugo
y vos?
aún estás
para verme llegar?
allí
el vino frío
trayecto curvo
cursando mi espalda
allí, sí,
estás
sonrisa templada ojos buenos
vertiéndome
allí
mi torso encallado
y
ahora
regresando
concluyo
no hay remedio
el mar ha de arrastrarme
a las orillas
de tus sábanas
Abelardo y Eloisa
Vas al Msn y no hay nadie con quien hablar. Salís a la calle sin un mango en la cartera, esperas encontrar a alguien o que alguien te encuentre y en cambio escuchas el eco de una voz en tu cabeza, es la tuya, aunque no quieras aceptar lo sola que estas.
Caminar, caminar, dar vueltas, respirar, salir un rato de vos, mirar.
Hace un rato que doy vueltas por la plaza de Hurlingham, observo a una mujer sentada detrás de un árbol, otra medita sobre un banco y en el centro varios chicos con gorrita y zapatillas caras escuchan Regeeton en sus Gileras.
Hay poca luz porque ya es de noche. Pero los mosquitos son visibles, hay muchos, demasiados.
Hace calor y tengo sed. ¡Bebedero de heladería gracias por existir! Vos amigo pobretón sabes de lo que te hablo. Hay miseria por todos lados, ya es parte del paisaje. Pero yo busco otra cosa. Algo que me saque de la rutina, hace dos días que no duermo a causa de mi imaginación prolífera. La historia de Abelardo y Eloisa es una constante. Juntos desafiaron las leyes de gravedad, dejaron el peso de lado y un viento los voló, aunque estuvieran muy verdes para dar siquiera un paso firme sobre la tierra.
Todo comenzó un día de lluvia, en este mismo lugar, los dos charlaban de música, cuando comenzó a llover. Ese día se miraron distinto, una mano fue más de allá de los límites de un short. Una caricia seguida de un beso tímido en la mejilla. Tres manos y otra perdida en los pechos de la chica. Ganas y apuro, subieron a sus bicis y fueron a la casa de Abelardo.
Llegaron mojados, hacía un poco de frió. Eloisa entró primero y comenzó a sacarse la ropa hasta llegar al baño, ahí permaneció desnuda. Detrás de la puerta entreabierta, sacó una mano y espero que su amigo le diera ropa seca. Él en cambio la tomó de la mano y la ayudo a salir. Ya afuera, la beso en la mejilla. La boca de ella, se deslizo hasta la boca de él. La lengua viril del chico camino por los labios carnosos y rojos de ella. Eloisa se aferró con sus manos a la espalda de Abelardo y subió la pierna izquierda luego la otra rodeándole la cintura. Pequeños besitos y caricias le desdibujaron las marcas del corpiño.
El amor ahora tenía nombre y cuerpo, la sexualidad se abría de piernas a sus gestos tímidos, habían esperado la pubertad con dolor, y un dolorcito más los acercó a un mundo nuevo. Eran dos vírgenes prendidos uno en los brazos del otro. El ruido de la lluvia sobre el techo parecía el tacho de la batería de las canciones de Fun people, que retumbaban a todo volumen en las paredes de la habitación.
Por suerte no había ningún familiar en la casa. El mundo, ¡la vida! era un lugar perfecto para ellos. Fumaron marihuana, sacudieron sus cuerpos un rato más sobre la cama y al fin todo estaba dicho. Faltaba algo: irse. Buenos Aires no es un buen lugar para un amor tan inocente y ellos lo sabían, se vistieron. Abelardo agarró lo necesario y salió. Subieron a sus bicis y la lluvia seguía igual de insistente pero no sería un impedimento para nada, el camino estaba trazado, solo debían pedalear.
La remera de la chica estaba mojada y el short todavía tenía partes secas debajo de las piernas. Había pedaleado bajo la lluvia hacia varias cuadras. Su bicicleta se agitó sobre el asfalto mojado. En la esquina de una calle de adoquines buscó la manera de adelantarse a Abelardo, al hacerlo, lo vio sonreír al cielo. El gusto dulce de la lluvia le empapo los labios. Ya faltaba poco para llegar, tenían que cruzar una avenida, doblar y hacer tres cuadras más. Pasó un camión de basura y lo siguieron. Dos recolectores agarrados del estribo del camión, le dijeron cosas a la chica, debajo de la remera amarilla sus pezones brotaban fulminando la tela. Una remera mojada sobre un cuerpo femenino pareciera dar permiso, a ciertos hombres, de vociferar barbaridades. Avergonzada Eloisa dio la vuelta y su amigo la siguió. Estaban juntos en esto, a donde ella iría, él también. Tenían sus bicicletas, ropa, una carpa, algo de plata y en unos minutos, tendrían dos pasajes de tren.
Esos chicos de 15 y 16 años siguen construyendo una vida en mi imaginación, viajo con ellos de vez en vez, hoy fueron un alivio. Vuelvo a casa porque los mosquitos están insoportables. Mi familia me espera a comer, ya tengo 23 años y creo que la adultez es cuestión de actitud y que el amor es cosa de coordinación, no hay personas adecuadas sino un momento adecuado para dos.
Disgusto
mediocres.
¡Soy noche!
¿Comprenden?
Como para no fruncir el cejo
con este sol insoportable.
Decires
DECIRTE:
antepongo mi latencia
a tu naufragio;
me asumo, con egoísmo,
temática de tu praxis;
instigo mi voluntad
asentándote sumiso;
sublimo cada contacto
a incitarte de abstinencia;
pretendo beberte níveo
a cambio de desmemoria;
¿me haría dejar de ser
un tenue destello en tu rostro?
II
DECIRME:
indigna
hereje
insurrecta
promiscua
viciosa
adicta
asesina
¿haría retornar tu deseo
de compartir mi destiero?
Improvisación para el día
estero fugaz.
caminamos
sobre el asfalto crujiente
que sobresale.
un día de puertas abiertas
de nubes cerradas.
pureza
limpieza
el de inhalar diluvio
gotitas en hojas verdes
y tu olor a cigarrillo.
agudiza
la textura
de la piel esta
que esperaba
palpar distinta
en la aurora
de este momento
parece más bien
perdurar
en su mismidad
me huele
a carne
y enigma
a faceta
del tiempo
a su lado oscuro
a quizá
el fruto
de su eclipse
el tiempo
es mi luna
o soy
la luna
del tiempo
lunático
de una
u otra forma
Track 01
Humedad/besos
consumando raíces
en
ceniza fértil/mudo
mantra crece de/ ojos
hundidos
en tierra tuya/en
esa boca
se seca /el otoño? Nadie
acudirá?/ última cerveza
abro/última certeza/llegado el momento
pediremos auxilio
/pronto/todo/vendrá
el sol la mañana lo deshuesado/
quién urge? quién ruge?/no
lo apagues/una
seca queda
/todavía
tan tiernamente/ leonor /voz suya
te desgasta desgarra desciende suave/pero la mano dame
/porque queda sí/poca arena poco silencio/hay
que hacer sonar/en la
noche en esta noche hay que hacer sonar/la
imperfección automática/nos
mieda? bailamos?/ pero quedémonos, total, por hoy
/inútil esa lluvia que duele sin/sangre
quieta /en las pupilas
/ tu música quietita/duerme/esos insectos acá
que nos saben tan bien/me
abrasás hasta que pasen
/los fantasmas?/ahora mordé/si tan vastos son
tus Círculos infames/mordé mordé/la luna se
vino de a /pedazitos
canciones/cigarrillos/cerveza
tibia/
/los insectos los fantasmas
hace rato que nadie viene, decís/
te hundís y retorcés y mentís/
pero /no hablés/cantá hermosa cantá/apagá
la luz
si podés.